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La rehabilitación energética de las viviendas y la Agenda 2030, una necesidad para vender y alquilar

SARE rehabilitación energética canal expositivo

La necesidad de una rehabilitación energética de edificios ya es el presente. La Unión Europea ha marcado en la Agenda 2030 que para este año todas las viviendas deben tener la calificación E, tanto para alquilar como para vender. ¿Cómo lo va a cumplir España y, más concretamente, Aragón?

Sergio Espinosa, director de Operaciones de SARE Rehabilitación; Antonio González, CEO de Grupo IGR; José Borreguero, instalador y formador de instaladores de los aplicativos (homologado por AISLA); y Lucio de la Cruz, gerente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza y coordinador de las oficinas de rehabilitación de las tres provincias aragonesas, abordan esta cuestión en este ‘Canal Expositivo’.

Una situación que afecta a más del 80% de edificios de Zaragoza

A partir del año 2030, si una vivienda tiene una clasificación energética G, es posible que tenga problemas para venderse o alquilarse, en línea con lo que ocurre ya en algunos países de Europa. Este requisito, en función de cómo se haga la trasposición de la normativa española, es posible que se extienda para el año 2033 para las viviendas E, F o G. Y, actualmente, más del 80% de las viviendas están en clasificación E, F o G, las letras más bajas de la clasificación.

Y es que según los datos del Ayuntamiento de Zaragoza, este porcentaje significa alrededor de 197.000 viviendas sólo en la provincia de la capital aragonesa. Y para el 2050, las restricciones llegarán para todas las viviendas, salvo las que sean A o B.

De la Cruz afirma: “En cuanto a rehabilitación energética y rehabilitación de conservación de los edificios, que va muchas veces muy ligado, está todo por hacer. Y además tenemos por delante una senda que nos está marcando Europa de unos hitos que queremos llegar a 2050, pero tenemos hitos intermedios muy exigentes”. 

En este sentido, en marzo ya se aprobó la resolución legislativa del Parlamento Europeo, la cual da vía libre a la renovación de la nueva directiva de eficiencia energética en los edificios. Ésta especifica que los países miembros tienen que reducir el 16% del consumo de energía primaria no renovable en 2030. “Ese objetivo es mucho más que ambicioso no”, subraya De La Cruz.

Rehabilitación energética: edificios antiguos y desafíos actuales

Casi dos tercios de los edificios en Aragón datan de antes de 1980. Esta fecha es crucial, ya que antes de la década del 80, las normativas sobre aislamiento térmico no eran tan rigurosas como lo son hoy en día.

Muchos de estos edificios carecen de aislamiento adecuado en sus envolventes, lo que resulta en condiciones de eficiencia energética muy deficientes. Incluso en construcciones realizadas a finales de los 70, el aislamiento existente ha perdido su efectividad con el tiempo, dejando cámaras vacías o mal aisladas.

Si bien la inversión inicial en la mejora del aislamiento puede parecer significativa, se amortiza rápidamente a través del ahorro en consumo energético. Además, Espinosa recalca el impacto positivo en la salud y el confort de los ocupantes de estos edificios, tanto en términos de temperatura como en lo que respecta a la calidad del aire.

El camino hacia la eficiencia energética en el sector de la construcción no está exento de desafíos, pero todas las partes coinciden en la necesidad de una acción coordinada entre el sector público y privado, así como de incentivos y políticas que fomenten la rehabilitación de edificios.

Así, destaca sobremanera el proyecto Neutral Path del Ayuntamiento de Zaragoza, que busca convertir edificios en modelos de eficiencia energética, una iniciativa fundamental para abordar los desafíos ambientales y mejorar la calidad de vida en la ciudad.

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