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Patricia Tisner (Fundación Sesé) y la analogía entre el mushing y el desarrollo de personas

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  • «En toda esta complejidad de las selecciones hay que tener en cuenta la esencia en la individualidad»

Disciplina y devoción marcan la manera de ser y trabajar de Patricia Tisner, responsable del área de Formación y Empleo y directora del Centro de Formación Fundación Sesé. Siendo una convencida de la aplicación de todos sus conocimientos y lo que es como persona en el desarrollo de las personas dentro del mundo de la empresa.

Conocemos más sobre ella, su metodología de trabajo y cómo se desenvuelve en el desarrollo de personas en este ‘Inmersión Talento‘ junto a Elena Sanjoaquín, directora de RRHH y Desarrollo de Personas de ITAINNOVA.

Patricia Tisner y los huskies, un lazo desde su juventud

Pregunta: Creo que hay dos características que te describen bastante bien: eres una persona muy intrépida y muy curiosa. Quizás estas dos cuestiones explican tu pasión por el desarrollo de personas y el aprendizaje continuo que ha marcado tu trayectoria. Y una cuestión más: humanista tecnológica. Ya que la tecnología no es una herramienta sino una forma de vida en tu profesión.

Respuesta: Me encanta que se me vea así y agradezco tus palabras. Creo que cuando dejamos la curiosidad y ese niño que llevamos dentro, dejamos de aprender. Creo que la vida es aprendizaje y es lo que nos impulsa a seguir.

P: Vamos a hablar de trineos y de una raza muy especial de perros, los huskies. Y, sobre todo, vamos a hablar de equipos. Hay una característica importante en un equipo de trabajo que es la cohesión. Desde un punto de vista de trineos y afrontar una actividad en un contexto complicado y exigente como la montaña, la cohesión es importante para poder manejarla. ¿Cómo llegas a este mundo y cómo logras la cohesión para manejar un trineo?

R: Hace muchos años, cuando era más joven, llegó a mi una husky. No fue buscada pero, tras el tiempo y el análisis, te das cuenta de que llegó a la persona indicada. Soy una persona de nieve, de montaña, esquiadora, etc., y todo esto encajaba. Llegó en un momento en que el husky estaba de moda pero también era un gran desconocido.

Investigué mucho sobre la raza, ya que cuando adquieres un animal supone una gran responsabilidad. Esta analogía también se aplica a cuando estás con un equipo. La responsabilidad implica bajar a sus necesidades. Era un animal explorador, curioso y muy desobediente, y no era el típico perro ‘de toda la vida’. Me di cuenta que tenía ante mi un reto y una complejidad en su educación. Si teníamos que convivir teníamos que dejar claras las reglas del juego.

‘Mushing’ y desarrollo de personas, ¿qué tienen en común?

P: ¿Cómo se selecciona un perro y los miembros de ese equipo para tirar de un trineo? Al final, tienes que conseguir al equipo más eficiente posible.

R: Lo primero que hicimos fue entender que teníamos un animal que tenía unas necesidades de deporte y de desarrollar aquello que llevaba en sus genes. Tras un año decidimos cruzarla y tuvimos un equipo de cinco huskies que teníamos que cohesionar. Nos llevó dos años montar este equipo de trineo, pero ya entonces me enseñaron muchas cosas que luego he llevado al desarrollo de los equipos y al liderazgo.

Algo muy importante es que esta desobediencia era también autonomía y exploración. No era un perro agresivo ni protector. Había que respetar esta autonomía de las decisiones del husky. Estos perros van siempre unos 10 metros por delante del trineo o de la persona. La analogía es esta persona que está dirigiendo un equipo y que vive el día a día.

P: Necesitamos conocer la naturaleza de cada persona para no juzgar o poner etiquetas a la hora de seleccionar…

R: Sí, cuando lo llevó ahí hay que tener en cuenta que todas las personas somos diferentes y complejas. Pero en toda esta complejidad de las selecciones hay que tener en cuenta la esencia en esa individualidad.

Para tirar de un trineo seleccionas un perro que tenga esas capacidades. Si nos lo llevamos a las personas, hay veces que buscamos para los equipos personas proactivas y autónomas pero luego no pueden desarrollarse de esta manera y acaban estando infelices.

P: Has introducido temas interesantes como la coherencia. También una cuestión como la diferencia entre complicado y complejo. ¿Cómo entiendes tú un equipo en un sentido o en otro?

R: Un equipo de perros que tira de un trineo es un equipo complejo. La complicación es subjetiva y además le damos un sentido peyorativo de resolución de problemas. Lo complejo y complicado se debe a la existencia de matices. Cuando dedicamos el adjetivo a las personas, la complicación significa dificultad para entenderla. Y, desde el otro lado debemos de investigar esta complejidad individual. Y solamente conociéndonos y buscando elementos de comunicación común, podemos convivir. Aquí elementos como la coherencia, el respeto y la confianza son claves.

El liderazgo en la gestión de equipos para Patricia Tisner

P: Al final, las potencialidades de cada perro, a pesar de que la raza sea la misma, son diferentes, ¿cómo decides quién va delante?

R: La selección fue fácil. Eran tres hembras y dos machos. El macho fuerte es el que ha de ir más cerca del trineo, las dos hembras hermanas iban juntas, y la perra guía era la primera. Ésta era con la que más tiempo habíamos pasado para establecer esta relación de confianza y que, al mismo tiempo, era modelo para los demás.

P: Qué importante el aprendizaje por modelo. En las organizaciones también se da con los mentorizajes y este tipo de fórmulas. Y quién lidera, ¿la perra guía o la persona?

R: Siempre la persona. Para mi era una afición y una forma de desarrollar un deporte en la nieve, pero hay equipos de trineo que han hecho trabajos muy duros para habitantes del norte. Eran elementos de transporte. Pero el que va delante es el que ve que el hielo se puede quebrar y también es el que cuenta con un olfato y un sentido de la orientación mayor. Y este es el perro guía.

Al final esta autonomía de la que hablábamos se convierte en delegación. Hay momentos en los que la persona tiene que dejar en el perro guía la decisión.

P: Estaríamos equilibrando estilos de liderazgo. En este caso, más directivo con respecto a dar autonomía.

R: Es un estilo muy cercano al lobo, muy de manada. Por tanto, con los suyos y el humano hace un concepto de manada importante. Pero es un perro seleccionado también por su autonomía.

P: ¿Y esta persona o perro guía siempre lideran o depende del contexto?

R: Depende del contexto totalmente. Hay que estar preparado para saber si estás capacitado para liderar en cierto momento. Hay que tener una gran dosis de autoconocimiento.

En el caso de la manada, cuando no estaban tirando del trineo no siempre se relacionaban igual. Cuando estaban en su territorio nosotros veíamos ese liderazgo informal que se daba principalmente entre uno de los machos. Y todo esto surgía de una forma natural. Igual que pasa en el ser humano aplicando el liderazgo a diferentes proyectos.

P: Aquí es muy importante observar para aprender. ¿A quién te llevarías al Ártico?

R: Yo me llevaría a aquellas personas que tengan el conocimiento para saber llegar y a aquellas de mi absoluta confianza. Esas personas que en el día a día asumen los errores y que toman decisiones nuevas. Pensemos que todos nos enfrentamos a situaciones límites, y es ahí donde nos ponemos a prueba.

P: ¿Y un último consejo para aquellos que quieren formar equipos de alto rendimiento?

R: Fundamental que no existe un líder único. Y también es muy importante la autenticidad y la coherencia. También esa parte de convicción con lo que uno está haciendo.

La conversación tuvo lugar en el Acuario de Zaragoza y tras ella se produjo un almuerzo junto con los asistentes.

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