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Sebastián Darpa: «Para sentirse seguro ante un auditorio, lo primero es sentirse seguro con uno mismo»

    • El coach y conferenciante Sebastián Darpa visitó Redacción Club para hablar sobre su método de motivación. 

Escritor, conferenciante y, ante todo, experto en romper con las “creencias limitantes”, esas barreras invisibles que las personas construyen de forma inconsciente a su alrededor. Sebastián Darpa, coach y conferenciante, pasó por la mesa abierta de Redacción Club para explicar su trayectoria y cómo desde su experiencia puede ayudar a otras personas a vencer miedos y superarse.

Sebastián Darpa. Fotos: Arturo Gascón.

Sebastián Darpa. Fotos: Arturo Gascón.

“Seguí mi propio trayecto. Me dedicaba al mundo del espectáculo, pero llegó un momento de mi vida en la que sentí un vacío existencial y decidí dar un giro”, explica Darpa, que recuerda muy bien cuándo llegó ese punto de inflexión. “Fue durante un espectáculo teatral en Corea del Sur… Era divertido, conocía a gente interesante, pero había algo en mí que no me dejaba avanzar. Empecé a hacerme preguntas”, relata.

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¿Qué se necesita para dar ese cambio? “Cuando una persona quiere conseguir algo, ya cuenta con los recursos internos para ello. Lo que tiene que alcanzar es el estado emocional que le haga capaz de tomar la decisión. Luego están los recursos externos: dinero, contactos…”. Esa obtención de recursos “internos” tiene que ver con la comunicación hacia uno mismo: “Hay que comprender que el pilar más importante es la autoestima, sin ella te bloqueas el avance”.

Esta filosofía se plasma en sus cursos de comunicación en público, en los que su principal recomendación a los asistentes es que “para sentirse seguro ante un auditorio, lo primero es sentirse seguro con uno mismo”. Otra competencia clave en este ámbito es la “empatía” que ayuda a conectar con los que escuchan. Cualquier habilidad relacionada con la expresión es útil, así que para sacar a relucir esos talentos “inexplorados”, Darpa recurre en en sus clases a los juegos de improvisación.

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Sobre su compromiso social, Sebastián Darpa responde recurriendo a un aforismo: “Si puedes curar, cura; si no puedes curar, alivia; y si no puesdes alivar, acompaña”. Asegura haberse puesto como enemigo al “vacío existencial” que ve en “los jóvenes que se han lanzado a la sociedad de consumo y determinan su identidad en función de los que le dicen los demás”. Frente a esto, “la verdera libertad está en la gestión de las emociones”. En cuanto a referentes a los que mirarse, el comunicador señala a “la vecina, el panadero… Me alimento de las historias de las personas que me rodean. Sí, hay que tener referentes, pero nunca perder de vista que el recurso más importante está dentro de uno mismo”.

¿Cómo se llega a convertir esta manera de afrontar la vida en una profesión? Para Darpa, lo principal es “transmitir una percepción de profesionalidad, lograr que se te aprecie como alguien que genera valor”. Junto a esto, remarca, “hay que cumplir, en una época de vendedores de humo”. “Mi trabajo es aportar valor a las personas, ayudarles a desarrollar su potencial, no solucionarles la vida”, remarca. Y frente a quienes cuestionan métodos como la programación neurolingüistica, Darpa sostiene que su postura es “no rechazar nada, cada uno tiene que experimentarlo y sacar sus propias conclusiones”.

Sebastián Darpa

Sobre su faceta como escritor (ha publicado los libros La habilidad maestra y La rebelión de ser), Darpa asegura que fue una vocación previa e decidir ser comunicador. Ahora está trabajando en un libro sobre Viktor Frankl, el padre de la logoterapia. Otro de sus proyectos de futuro pasa por la formación en Internet -ya ha presentado su academia online– y por un programa de televisión sobre exploración personal.

Antes de despedirse, Darpa dejó un último pensamiento: “Había un músico que decía que no había peor tragedia que irse a la tumba con la música dentro. Las personas, en su día a día, se olvidan de lo importante. Mi propósito es encender una chispa en las personas que se convierta en fuego y luego en un incendio incontrolable. No limita la sociedad, sino uno mismo. El único límite es la muerte; eso sí, sin creernos tampoco capaces de imposibles”.

LA FIRMA 

Pilar Fernández, directora del Área de Formación y Empleo de Cámara Zaragoza

Pilar Fernández, directora del Área de Formación y Empleo de Cámara Zaragoza

Sebastián Darpa tiene un currículum muy potente, consecuencia de un trabajo concienzudo y constante perfectamente objetivado: experto en programación neurolingüística, diplomado en logoterapia y análisis existencial, conferenciante, formador, autor de los libros ‘La Rebelión del Ser’ y ‘La Habilidad maestra’, pero ante todo experto en pautar cómo romper las creencias limitantes y reforzar el SER que cada uno somos.

«No existen límites, solo limitaciones mentales». Este es su mantra, el que actúa como su motor vital y sobre el que desarrolla sus propuestas profesionales.

Sebastián es comunicador en esencia, su voz, la gestualidad, sus palabras, conforman un todo que transmite el mensaje logrando emocionar al auditorio, ya sea este de 200 o de 2 personas.

Pero si algo le ha ocupado a Sebastián desde hace más de 10 años es combatir el vacío existencial que limita a tantas personas, y sobre todo, a tantos jóvenes. Y lo hace desde su propia experiencia y trabajando sobre los valores y las emociones de cada persona.

Su replanteamiento vital le ha llevado a realizar tareas alineadas con sus valores primordiales; el principal es el de trabajar por y con las personas en su camino de superación. Acompañarles en su búsqueda de sentido a la vida.

Y esto le lleva a estar continuamente aprendiendo y experimentando. A implicarse en proyectos novedosos y mediáticos como la I Edición de Speaker Talent o a preparar un tercer libro a cerca del sentido de la vida desde una visión logoterapeútica,

Sebastián es defensor absoluto del conocimiento profundo de uno mismo con el objetivo de saber cómo pensamos específicamente y así crear estrategias que nos impulsen a estados emocionales que nos hagan más potentes, más fuertes, más seguros.

Le gustan los retos, y si son compartidos más, y si tienen un transfondo social más, y si como resultado se consigue que las personas participantes superen algunas de sus limitaciones internas, más aún.

Porque Sebastián no tiene límites. «No existen límites, solo limitaciones mentales».

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Redaccion