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Ramón Alejandro, presidente de Saica: “Amar algo implica conocerlo”

Vermú de Redacción con Ramón Alejandro Balet, en Cámara Zaragoza

Sencillo, discreto y amante de la montaña. Así se define Ramón Alejandro Balet. Tres adjetivos que nos permiten acercarnos un poco más a la persona detrás de una presidencia: la del Grupo Saica. Ramón Alejandro, nacido en Comodoro de Rivadavia (Argentina) en 1961, entró en la -ahora- multinacional “desde abajo», como operario en la fábrica de México. Esta experiencia, recuerda el CEO, le ayudó a «empaparse de los valores familiares de la empresa”.

Vermú de Redacción con Ramón Alejandro Balet, en Cámara Zaragoza

Y es que de familia le viene a Ramón. Fue su abuelo -junto a sus colegas de las familias Balet, Aragüés y Rived- quién abrió las puertas de la fábrica en 1943 en el distrito de El Rabal (Zaragoza). Raimundo Balet y su esposa, Rosa Salesa, pusieron los cimientos de esta papelera tras iniciar la transformación de una fábrica textil que ellos mismos crearon en 1916. 

 “Cuando se cierra la frontera con Francia durante la 2ª Guerra Mundial -cuenta Ramón, no sin cierto sabor a nostalgia-, era difícil traer algodón. Mis abuelos empiezan a trabajar con una especie de pasta hecha de paja para hacer papel de estraza. El señor Hinojosa -hoy en día Grupo Hinojosa- estaba iniciándose con el papel ondulado. Le dice a mi abuelo si podría hacer ese tipo de papel. Y para Xátiva que fue a probar la máquina. Una semana después, le pidió un camión enero. El papel ondulado fue un acierto”. 

Ramón Alejandro: la internacionalización y el arraigo en el territorio

Así comenzó la primera generación de Saica. Hoy en día, es la empresa familiar más grande de Aragón, con una facturación que supera los 4.000 millones de euros, tiene presencia en 10 países y da trabajo a más de 10.000 personas. Fue la segunda generación la encargada de liderar la internacionalización del grupo y de dejar encaminado el trabajo: “Muy mal lo tendríamos que haber hecho para que no funcionase”, dice Alejandro, entre risas y elogios a sus antecesores. 

Precisamente fue esta segunda generación la que impulsó la creación de un protocolo familiar en los años 80 y que regula cómo entran a trabajar los miembros de las familias propietarias. “Para que una empresa familiar funcione, es necesario profesionalizar los procesos y los protocolos”, explica. Hoy en día, Ramón es la figura que une a los 89 accionistas del grupo y la dirección de la empresa. 

Uno de sus esfuerzos va destinado a que los accionistas se involucren al máximo en el día a día, ya que para él, “amar algo implica conocerlo”. Por ejemplo, organiza visitas a las distintas fábricas para que conozcan las últimas innovaciones. La última de estas visitas fue a la planta de Manchester (Inglaterra), “una de las más rentables”. En este sentido, Ramón se enorgullece de que todos sus trabajadores “lleven la camiseta”: “En Saica no hay supermanes, esto es una labor de equipo”. 

Vermú de Redacción con Ramón Alejandro Balet, en Cámara Zaragoza

Tras derribar fronteras en toda Europa e incluso en algunos países asiáticos, el grupo ha dado el salto al charco con una fábrica en Hamilton (Ohio, Estados Unidos). Es la primera planta de un proyecto más amplio, ya que la empresa está buscando un emplazamiento para una segunda factoría. 

La internacionalización del grupo no sólo no ha conseguido erradicar sus fuertes raíces, sino que ha consolidado su arraigo en el territorio. 80 años después de abrir sus puertas, por motivo de su aniversario, los vecinos de El Rabal rinden homenaje a la multinacional con la incorporación de un nuevo personaje a su Comparsa de Cabezudos: una réplica de la figura de Ramón Alejandro. “Siempre hemos estado muy involucrados con el barrio y sus vecinos”, subraya el CEO. 

Descarbonización, reducción del consumo de agua y residuo: las tres claves del futuro de Saica para Ramón Alejandro

Los retos para la multinacional no han sido pocos estos últimos años, como el bloqueo comercial de Argelia a España, que les supuso la reorganización logística con un coste de 15 millones; o la crisis del gas, que les obligó a parar las fábricas de cogeneración -destacar que Saica fue pionera en instalar la cogeneración en España, en 1989-. “El gas se estaba comprando entorno a los 20€/​​MWh y llegamos el año pasado hasta los 300€”, apunta. Solucionar estos “problemas” pasa por “ser muy ágil en la toma de decisiones”. 

Vermú de Redacción con Ramón Alejandro Balet, en Cámara Zaragoza

En cuanto al futuro, Ramón destaca tres líneas principales de actuación:la  reducción de consumo de agua, la descarbonización y la huella cero. Actualmente Saica se encuentra inmersa en el plan estratégico 20/25: “Es un plan muy ambicioso, en el que tenemos previsto invertir 2.300 millones de euros. Estamos arrancando una nueva fábrica en Escocia, hemos hecho también el almacén automático en el Burgo de Ebro, una planta de biomasa en nuestra fábrica de San Blanc, que conseguirá reducir en un 75% las emisiones de CO2 y un 90% el consumo de gas. 

Cuando le preguntamos sobre el secreto de la longevidad de la multinacional, Ramón lo tiene claro: “No hay ningún secreto. Es una suma de ingredientes que, convenientemente mezclados, han ayudado a la supervivencia de la empresa. En nuestro caso, la existencia del protocolo familiar, unos accionistas comprometidos con la empresa, el crecimiento y la expansión que hemos tenido… todo eso ha ayudado a mantener la propiedad dentro de las familias que fundaron hace 80 años”, concluye. 

 

Ramón Alejandro ha protagonizado un ‘Vermú de Redacción’ con los socios del Club Cámara. Un distinguido encuentro con un nutrido grupo de directivos de Aragón patrocinado por el Banco Santander. Si tu también quieres asistir a estos eventos, inscríbete al Club Cámara. Aquí foto-galería:

 

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