Los Arquitectos Técnicos de Zaragoza ofrecen una serie de consejos para la mejor utilización de los edificios y protegernos del frío y las heladas
- Recuerdan las ventajas de la rehabilitación para prevenir el frío, mejorando el confort de edificios.
Ante las consecuencias dejadas a su paso de la borrasca “Filomena” y la intensa ola de frío de los próximos días, el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza – COAATZ- recoge una serie de consejos que permiten una mejora en el uso de los edificios ante este temporal invernal y que pueden ayudar también a protegernos del frío.
1.- Elimina la nieve acumulada en los voladizos, balcones o estructuras endebles.
Es mejor eliminarla cuando está en forma de nieve, que cuando se ha transformado en hielo.
Como se ha podido comprobar en Zaragoza en las últimas horas, algunas estructuras han cedido por el peso de la nieve, por lo que se recomienda eliminar la nieve que todavía perdura de estos elementos.
En Zaragoza capital, por ejemplo, los edificios se calculan actualmente con una sobrecarga de nieve de 50 Kg/m2, valor que viene matizado por el factor de forma de la cubierta y la posibilidad de acumulación de nieve caída.
El peso específico de la nieve acumulada es muy variable, pudiendo adoptarse 120 Kg/m3 para la recién caída, 200 Kg/m3 para la prensada o empapada, y 400 Kg/m3 para la mezclada con granizo.
2.- Retirada de carámbanos de hielo con máxima precaución.
Con el efecto de la nieve al derretirse, sumado a las bajas temperaturas nocturnas que se van a suceder en los próximos días, van a dar lugar a la formación de carámbanos de hielo que colgarán de tejados, barandillas o alfeizares, que son formados por congelación del goteo. Dado que son afilados y pueden ser muy peligrosos, se recomienda quitarlos de uno a uno y asegurando que no pase nadie por debajo.
3.- Máxima precaución a la caída a la vía pública de elementos de las cubiertas.
Dados los efectos sufridos por las cubiertas de los edificios, con una nevada de proporciones tan grandes, sumado a unos ciclos hielo y deshielo muy acentuados, algunos de los elementos de las cubiertas de los edificios pueden desprenderse y caer a la vía pública.
Se recomienda a los propietarios revisar las cubiertas por empresas especializadas y a los viandantes extremar las precauciones y caminar estos días lo más alejados posible de las fachadas de los edificios.
4.- Permite que el sol entre en tu vivienda.
Aprovecha las horas de sol que te ofrece el día. Evita obstáculos que impidan su entrada, cortinas, persianas…
Lo mejor es intentar que el sol entre de forma directa a nuestra vivienda. Ya que cuando los rayos del sol entran a través de un cristal se produce el llamado efecto invernadero. El efecto invernadero, es un fenómeno físico muy interesante que hace que cuando la radiación solar penetra a través de un vidrio entra casi toda la energía, pero no deja que se escape casi nada de esta radiación, produciéndose de este modo una ganancia continuada de calor en el interior.
5.- Seguir ventilando nuestra vivienda.
Se recomienda aprovechar las horas más fuertes de sol para no bajar demasiado la temperatura de nuestro hogar. Ahora es más necesario que nunca y debe convertirse en una costumbre, ya que los estudios respaldan que las concentraciones excesivas de CO2 pueden ser nocivas para los habitantes, ya que el dióxido de carbono es un gas inodoro, incoloro e insípido, no es tóxico, pero sí puede llegar a ser asfixiante por desplazamiento del oxígeno en concentraciones muy elevadas.
Además, con la pandemia de COVID-19 que estamos sufriendo, la presencia de aerosoles en mayor concentración está relacionada con una mayor concentración de CO2 en el ambiente interior de los edificios.
6.- Conseguir aislamiento térmico.
La mejor solución para evitar que el frío incida en el interior de las viviendas es aislar térmicamente nuestro hogar y mejorar así la eficiencia energética. Lo ideal es prevenir estas temperaturas, y tan bien las más extremas del verano, realizando la reforma pertinente que mejore nuestro aislamiento sobre todo en paredes, tejados, suelos y ventanas. Algunas de estas ejecuciones no requieren de grandes obras y no suponen un gran desembolso económico, pero si repercuten muy positivamente en el confort de nuestra vivienda.
Pero si a día de hoy no hemos realizado estas renovaciones, ante la ola de frío que nos acecha podemos colocar burletes en puertas y ventanas que bloquearan las corrientes de frío que puedan entrar en nuestra casa. Colocar alfombras en nuestro suelo o bajar las persianas por las noches también obstaculizarán que las bajas temperaturas alcancen nuestro hogar.
7.- Atención a las tuberías.
Además de realizar las revisiones pertinentes que requieren este tipo de instalaciones, en épocas de bajas temperaturas se ven mas expuestas y pueden verse afectadas y dañarse.
Para lograr que los efectos del frío golpeen lo más leve posible a nuestras cañerías sugieren abrir los grifos cada poco tiempo para evitar su congelación. Incluso dejar un pequeño goteo que prevenga la congelación del agua en el interior de estas. Con la misma finalidad, evitar estos problemas de congelación, se aconseja vaciar las conducciones de agua de los sistemas de riego que pudiéramos tener en el exterior de nuestra vivienda. Así mismo, proteger la instalación con material específico para aislamiento de tuberías.
En caso de que se produzca esta temida congelación, es muy conveniente haber averiguado con anterioridad la situación de las llaves de paso, ya que en caso de reventón la primera recomendación es cerrar estas llaves de paso.
Si uno de los grifos de nuestro hogar deja de funcionar, puede que sea porque se ha congelado. Frente a esta incidencia lo recomendable es aplicar calor seco sobre la tubería en cuestión, como puede ser el de un secador o el de un calefactor de aire. Nunca tratar de descongelarla con agua caliente, ya que el contraste de temperatura la podría hacer reventar.
Y, por último, si nos ponemos en la peor de las situaciones, y se produce un reventón de tuberías en nuestro hogar, agradeceremos haber tenido la precaución de haber llenado cubos y envases de agua para cubrir nuestras necesidades básicas.
8.- Mantener la accesibilidad de los edificios.
Como venimos reiterando desde los distintos Colegios de Aparejadores o Arquitectos Técnicos, la accesibilidad es una necesidad básica de los habitantes de un edificio, y en temporadas invernales hay que procurar que se mantenga.
Con bajas temperaturas y nieves vemos la aparición de heladas, que pueden ser fatales en las posibles rampas de los edificios que permiten conseguir dicha accesibilidad. Para evitar incidentes se recomienda despejar la nieve de los accesos al portal antes de que se hiele y arrojar sal que impida la formación de hielo, evitando así resbalones.
Así mismo, se aconseja esparcir serrín o colocar cartones en el interior de nuestros portales y en los accesos a ascensores y escaleras para evitar posibles caídas.
9.- Desarrollar acciones de mantenimiento.
Mantener la situación de nuestro hogar en buen estado debe ser imperativo para no encontrarnos con sorpresas indeseadas en los peores momentos.
Es importante una revisión periódica de cubiertas y fachadas, en especial los elementos ubicados en voladizo.
Revisión periódica de nuestra caldera, o purgar radiadores debe acometerse como una costumbre periódica, independientemente de las normativas obligacionales existentes en los distintos suministros.
Si reparamos más detenidamente en las calderas se aconseja, además de dichas revisiones, proteger las calderas más antiguas ya que no poseen termostatos que las protejan de posibles heladas.
10.- ¡Ojo con estufas y braseros!
Hay que prevenir los percances relacionados a la mala combustión que pueden generar gases tóxicos y riesgo de incendio que pueden ocasionar estos aparatos.
Además de estas medidas que podemos fomentar todos los ciudadanos en nuestros hogares y centros de trabajo, los Arquitectos Técnicos de Zaragoza nos recuerdan que podemos mejorar el confort de un edificio rehabilitándolo.
Una de las principales ventajas de la rehabilitación es la gran mejora de confort que disfrutan los habitantes del edificio. Esto es porque el bienestar térmico que percibe el ser humano está casi en su totalidad condicionado por la temperatura a la que están las caras interiores de la vivienda. Por lo tanto, en invierno interesa que estas caras interiores de los muros de las viviendas estén lo más calientes posible y en verano lo más frías posible.
Para conseguir esta mejora en la temperatura de las caras interiores de las paredes, es necesario añadir aislamiento térmico a las fachadas y cubierta del edificio, ya que para un edificio sin aislamiento (el 66% de los edificios en Aragón no tienen aislamiento térmico), si se procede a su rehabilitación energética añadiendo una capa de por ejemplo 7 cm. de aislamiento su temperatura interior puede descender 4 grados en verano y aumentar 6 grados en invierno.
Actualmente están disponibles las Ayudas del Plan PREE del Gobierno de Aragón y próximamente el Ayuntamiento de Zaragoza convocará otra campaña de Ayudas a la rehabilitación, que ya tan buena acogida tuvo en el año 2020.
Más información sobre las ayudas a la rehabilitación y consejos para protegerse de la ola de frío en www.tuedificioenbuenasmanos.es