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Juan Simón: «Qooqer aspira a ser la marca de referencia en España y Europa»

  • Juan Simón, experto en «conectar la moda con el mundo online», triunfa con su última apuesta, Qooqer, marca especializada en uniformes para hostelería. 
Juan Simón Qooqer

Juan Simón, creador de Qooqer.

Juan Simón tiene una neurona inquieta y osada. Una que no deja de establecer conexiones, atar cabos y construirse un espacio. Tras una carrera llena de hitos (Rancho Relaxo, Renomade Showroom, We are Selecters, Mödernaked…), en 2016 se lanzó a una nueva aventura empresarial: Qooqer. Esta marca, con la que busca desde Alcañiz ser líder en la venta de uniformes para hostelería en España y Europa, cerró su primer ejercicio con 12.000 delantales despachados y cerca de medio millón de euros de facturación. Para hablar sobre esta joven y exitosa firma, Simón pasó por la mesa abierta de Redacción Club, el formato de entrevistas patrocinado por Kalibo Seguros.

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En la última década, Simón se ha especializado en “conectar la moda con el mundo online”. Así, en su currículo desfilan proyectos que siempre han buscado ir un paso por delante en este sector: Renomade Showroom, “el primer showroom online que hubo en Europa, un intento de aportar el concepto de centrales de compra a la moda para abastecer a pequeñas tiendas”; We Are Selecters, “un site de contenidos internacional que tuvo el patrocinio de Absolut y nos permitió investigar herramientas aplicadas al e-commerce»; y Mödernaked, una firma de accesorios (principalmente mochilas) que su creador califica como “un juguete para practicar”… El último paso ha sido Qooqer, donde se han unido “moda y B2B (business-to-business, expresión que hace referencia a las transacciones comerciales entre empresas )”.

Antes de el asalto online, Juan Simón fue pionero en plantear un nuevo modelo de tienda física. Su Rancho Relaxo, el recordado establecimiento en el centro de Zaragoza, fue un punto de experimientación en “retail, moda y nuevos conceptos”. “Allí empecé a practicar el coworking cuando realmente aún no existía esa idea; luego descubrí que es muy difícil vender algo que todavía no tiene nombre, ser un adelantado a veces no es bueno”, asegura sobre aquella etapa. Con todo, las enseñanzas fueron provechosas: “Una tienda tiene que ser más que un lugar donde se comercia; debe ser un punto de encuentro en torno al que se genera comunidad, y tiene que ser una marca. En el caso de Rancho Relaxo, lo construí mediante el contenido: era un espacio cambiante que generaba expectación”.

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El creador de Qooqer considera que “la marca es el valor que nos diferencia de otros, que nos hace competitivos y deseables”. Sin embargo, “si en 2005 todo el mundo podía construirse una marca con las herramientas que tenía a su disposición, ahora se vive un momento de contracción, porque la tecnología es más compleja y se aleja de los pequeños gestores”.

Sobre la competencia que suponen en este contexto gigantes como Amazon o Aliexpress, opina que “para el pequeño comercio es una batalla perdida”, pero confía en que “habrá una parte de clientes que se inclinarán por cosas más especiales, no por el comercio masivo, y habrá hueco para cubrir esa demanda: será pequeño, pero aún así supondrá un montón de consumidores”. ¿Vivimos un momento de desconcierto para el comercio tradicional? “El panorama es oscuro, pero se saldrá de aquí con una nueva realidad: los comerciantes sin imaginación serán sustituidos por otros que sepan adaptarse a la situación”.

Juan Simón

Una de las características que más llaman la atención de la carrera de Juan Simón es su facilidad para saltar de un proyecto a otro. “Soy un desapegado; no me mueve tanto la permanencia como hacer algo que me haga feliz. Por eso cuando estoy desarrollando una idea ya estoy pensando a la vez en un plan B. Enfrentarme al reto de reinventarme es lo que más me nutre”. En su caso, además, esto le ha llevado a volver a instalarse en su localidad natal, Alcañiz: “He regresado con mucho conocimiento acumulado, pero también se pueden llevar a cabo cosas allí sin tener ese bagaje. En el mundo rural se pueden hacer más cosas, pero es necesario que haya modelos donde la gente se pueda mirar: somos capaces de cualquier cosa pero necesitamos que nos ayuden un poquito”.

“Soy un buen selector de personas, saber rodearme de talento es una de mis mejores cualidades”, dice Juan Simón. ¿Incluye también aquí a las caras conocidas de la gastronomía que lucen los delantales de Qooqer? “Es gente que me hace publicidad sin que les haya regalado nada (bueno, alguna excepción hay…), pero en general huyo de trabajar con influencers”. Para Simón, en la cocina, a diferencia de lo que ocurre en la moda, “las grandes estrellas son muy cercanas; hay menos egos de lo que parece”.

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Sobre la génesis de Qooqer y el porqué de su éxito, su creador considera que la clave ha estado en el trabajo previo para “detectar una necesidad en el mercado, que al final es lo más importante para que funcione un producto”. “La reconversión de la hostelería en España ha movilizado tanto capital como la reconversión de la metalurgia en el País Vasco. Es descomunal, no hay otra industria en España que haya movido tanto dinero en su modernización. Y una parte de esto era la uniformidad, no había nada que valiese la pena en este aspecto. Nosotros aspiramos a ser la marca de referencia en uniformidad en España y en Europa a través del ecommerce”, explica Simón.

Respecto a su modelo de venta, detalla que “nuestra plataforma, de creación propia, es un B2B disfrazado de tienda; en nuestra web el cliente se siente muy acompañado en el proceso, porque es lo que tienes que ofrecer a quien se va a gastar 2.000 euros en delantales”.

¿Qué trama Juan Simón para los próximos años? “Creo que me voy a especializar en experimentar qué puedo aportar a este mundo de la moda y la gastronomía. Esto me divierte, hace tiempo que no me lo pasaba tan bien. No tengo un plan B en este momento. Lo que sí tengo claro es que cuando vuelva a hacer algo nuevo será en Internet y será algo hecho con mis manos”.

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LA FIRMA

Ramón Añaños, consultor independiente de marketing y estrategia online.

Ramón Añaños, consultor independiente de marketing y estrategia online.

Si alguna habilidad empresarial me fascina en esta etapa de mi vida es la capacidad para crear marcas que enganchen.

Me parece que es el elemento que puede marcar diferencias en un proyecto: encontrar una forma atractiva de hacer que el mercado valore tu propuesta y, yendo un poco más lejos, que este sello personal consiga que la gente quiera formar parte de él y convierta tu producto en deseable.

Y no es fácil, porque hablamos de dar vida a conceptos complejos cuya creación requiere capacidades de diferente naturaleza: una gran intuición para entender al mercado – un mercado concreto-, una visión sensible de la vida fruto de una gran cultura estética, una gran creatividad y mucho sentido común.

Muchas veces identificas estos elementos en personas que ponen en marcha un proyecto de éxito y mucho más si lo que ofrecen tiene ese factor de deseabilidad asociado a su marca, pero a veces, te encuentras personas que son capaces, repetidamente, de conseguir esto en todos los proyectos que ponen en marcha. Son personas con un don.

De estas conozco pocas. Una es mi hermana Nieves y otra, sin duda, Juan Simón.

Cada proyecto de Juan, independiente de que le ha haya ido con cada uno mejor o peor, ha tenido algo que te atraía. Capaz de vincularte, ser algo de lo que querías formar parte.

Sus primeros bares -de esto hace muchos años- El Cairo y El Café del Sur todavía permanecen en la memoria de muchos como algo que les acompañó en una época de sus vidas, lo mismo que su primera tienda, Rancho Relaxo.

En lo proyectos más recientes – We Are Selecters, Modernaked y, ahora, Qooqer- Juan ha combinado producto tangible y comunicación digital para volver a salir airoso de la prueba de la conexión con su comunidad.

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