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#Conversaciones | Mercedes Penacho y Raúl Oliván

  • Mercedes Penacho, consultora de comunicación corporativa, estratégica, reputación y marketing en Virtus Comunicación. entrevista a Raúl Oliván, director general de Participación ciudadana, Transparencia, Cooperación y Voluntariado

La colaboración entre el sector público, privado y social centró la última sesión del formato Conversaciones, donde Mercedes Penacho, consultora de comunicación corporativa, estratégica, reputación y marketing en Virtus Comunicación, entrevistó a Raúl Oliván, director general de Participación ciudadana, Transparencia, Cooperación y Voluntariado en el Gobierno de Aragón.

Diplomado en Trabajo Social y licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas, Oliván fue director de Zaragoza Activa, el servicio del Ayuntamiento de Zaragoza que impulsó cerca de 500 proyectos de emprendimiento durante su estancia allí. En su nuevo cometido como director general del Gobierno de Aragón no para de innovar y de crear redes de colaboración entre el sector público, el privado y el social y nos habló sobre todos los proyectos que han puesto en marcha.

Como por ejemplo, el LAAAB (Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto), un espacio abierto y colaborativo de difusión de conocimiento y prácticas en torno a las materias de Gobierno Abierto e innovación social. «Se trata de una conversación entre la ciudadanía y los gobiernos. Normalmente se relacionan a golpe de cuestionario pero nosotros queremos fomentar otro tipo de relación, recuperar la confianza en la democracia, experimentar, hacer cosas nuevas… Algo para lo que normalmente no hay margen en el sector público».

Oliván dejó claro que la innovación es fruto de procesos colectivos con personas de muchos ámbitos diferentes, echando por tierra el mito del «emprendedor que idea algo desde su garaje».  Para él «la innovación es ver una oportunidad ante un viejo problema conocido. La solución estaba ahí, pero se encuentra cuando te pones a conversar sobre eso. Yo soy un unidor de puntos».

Otro de los proyectos de los que se habló durante la conversación fue del HIP (Hexágono de la Innovación Púbica), que se presentó en 2020 y que sintetiza la innovación pública en seis vectores. «Pensé que se podía escarbar debajo de tanto gurú y tanto manual e identificar un patrón común para la metodología de innovación de cualquier administración, pequeña o grande. Y logramos meter todo en la coctelera, obteniendo seis vectores: Open (abrir), Trans (transversal), Fast (agilizar), Proto (acortar el nivel de abstracción de la conversación), Co (colaborar) y Tec (digitalizar y multiplicar la conectividad). Son seis formas virtuosas de ordenar y multiplicar la conversación».

Durante la conversación también hablaron del proyectos Cocina Lab que han puesto en marcha junto con el Círculo Agroalimentario de Aragón. «En la cocina se experimenta mucho, se hacen mezclas improbables, se utilizan productos de otros lugares, agilizas, etc. Se pueden identificar los seis vectores en la cocina y sirve para enseñar a crear ecosistema en el mundo de la alimentación». Así, en el programa Cocina LAB se han realizado un total de seis talleres de forma presencial, uno por cada vector del Modelo HIP, son una parte experimental y otra de co-creación, tomando la cocina como metáfora de trabajo y poniendo en valor Alimentos de Aragón elaborando una receta.

También existe el Club Cvol de empresas, un sello que reconoce a las empresas que en sus procesos de selección valoran a las personas que hacen voluntariado. «Intentamos promover la conexión de lo social, lo público y lo privado, y se nos ocurrió crear una plataforma para acreditar las competencias blandas, aliándonos con varias empresas para que lo valoren en sus procesos. El voluntariado puede premiarse en los futuros laborales y esa idea es muy poderosa».

 

Como explicó Oliván, su dirección general no es un órgano que genere mucho volumen de negocio, «pero sí es un buen articulador de alianzas entre empresas  e institutos públicos».  También habló de cómo llevar el voluntariado corporativo a las pymes y, por supuesto, del proyecto ‘Frena la curva’, que empezó como una iniciativa local y se extendió por todo el mundo. «Cuando el 12 de marzo de 2020 avisaron de que el lunes no habría colegio, vi que todo iba a cambiar y que se produciría un tsunami de energía social. Con la tragedia del Prestige pasó lo mismo y las administraciones no podían canalizar a tanta gente que quería ayudar. Por eso pensé que había que prepararse», señaló Oliván. Montaron una reunión transversal y en unas horas sacaron un prototipo de web que pretendía ser un repositorio de ideas para combatir la Covid19. «Se convirtió en la web de referencia del mundo hispano y se replicó en muchos países. Montamos un mapa para que la gente pusiera si podía ofrecer o necesitar ayuda y se replicó también en 18 países… Creamos el marco de referencia y las herramientas para que otros pudieran crearlo».

En definitiva, una amena charla sobre la puesta en marcha de proyectos innovadores, algo que para Oliván está muy desincentivado «y hay miedo de hacerlo por no meter la pata». Asistieron Raúl Millán (Grupo San Valero), Roberto Martínez (Gesvalt), Darío Navarro (ST Superficies), Javier Cuevas (Centro Comercial Los Porches del Audiorama), Susana Monforte (Manantiales del Piedra), Jaume Raventós (Togrowfy), Elena Batanero (Cámara Zaragoza) y Adán Piñero.

 

 

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