ActividadesDe La Crème

Cinco proyectos emprendedores con impacto social: Gardeniers, RIPA Escuela de Pastelería, NanaFood, Dirygess y Academia de Inventores

En la imagen aparece Begoña Perez, de Nana Food

Siete emprendedores -y sus cinco proyectos «con impacto social»– se reunieron durante el pasado ‘De La Crème’. Un evento que reúne a lo «mejor de lo mejor» en cada encuentro: esos directivos y directivas aragoneses que dejan huella en nuestro territorio. En esta ocasión, el tema giró entorno a cinco proyectos emprendedores que de una forma u otra aportan unos valores de integración en la sociedad: desde la agricultura, panadería o ganadería como herramientas de inclusión; hasta la educación entendida como algo transversal en la vida de los alumnos.

Los protagonistas se encargaron de contarnos todo sobre estos proyectos punteros: Jose Antonio Domingo y Francisco Kurtz, de Gardeniers (ATADES); Silvia Cavero Ripa y Vicente López de RIPA Escuela de Pastelería; Begoña Pérez, de NanaFood; Luis Antonio Martín de Academia de Inventores; y Mariola García, del Máster Dirygess de Unizar. Todos ellos nos hablaron con gran motivación y detalle sobre sus programas de integración, moderados por la ‘curadora’ del evento, Silvia Plaza, presidenta de AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios de Aragón).

La freunión también contó con la participación de Silvia CanutLucía Canut, de Coloriuris (empresa encargada de «certificar lo que ocurre en internet»); y Sonia Pérez, directora de marketing de La Mafia se sienta a la mesa, el idílico espacio gastronómico que acoge cada edición del ‘De La Crème’.

En la imágen aparecen Jose Antonio Domingo y Francisco Kurtz, de Gardeniers

Jose Antonio Domingo y Francisco Kurtz, de Gardeniers

Emprendimiento e inspiración en estos cinco proyectos

Gardeniers es un programa eco-social puesto en marcha por ATADES, la Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual, que engloba dos dimensiones, la agricultura y la jardinería, y que da empleabilidad a más de 45 trabajadores con diversidad funcional. Además, comercializan sus productos agrícolas a través de la marca Gardeniers, con sello ecológico y orgánico. «María, una de nuestras muchas agricultoras, nos dice siempre que para ella ir a trabajar es la mayor de las alegrías«, cuenta Jose Antonio Domingo. El proyecto reivindica la capacidad de sus empleados a través de un trabajo digno y estable.

La panadería es otra profesión que, junto a la agricultura, nos ha acompañado durante milenios. Desde RIPA Escuela de Pastelería, utilizan este oficio como una herramienta de inclusión social y laboral. Desarrollan varias líneas de actuación, entre las que se encuentra la formación en colegios para niños con necesidades especiales. También con el centro penitenciario de Zuera, donde «Silvia daba formación en panadería y gracias a ello los ex-reclusos consiguieron una nueva oportunidad fuera«, comenta Vicente López. El próximo proyecto de RIPA es «con Instituciones Penitenciarias, ya que esta profesión sigue siendo muy demandada y queremos dar una herramienta a estas personas para que puedan cambiar de vida». 

En la imagen aparece Mariola Garcia, del Máster Dyrigess de Unizar

Mariola Garcia, del Máster Dyrigess de Unizar

Los futuros trabajadores sociales que lideren el cambio en el futuro son los jóvenes estudiantes de hoy. Y esto lo sabe muy bien Mariola García, directora del Máster de Formación Permanente en Dirección y Gestión de Recursos y Servicios Sociales (Dirygess). Además de su labor en la dirección del máster, ejerce de docente de varias asignaturas en Unizar. «Mi objetivo es que la empresa y la universidad estén conectadas. Les empujo a que vayan a conocer ONGs para que desarrollen sus competencias en emprendimiento social y también abro la clase a ellas. Intento fomentar el emprendimiento en valores y que mis alumnos no solo quieran opositar». explica García.

Algo más jóvenes son los alumnos de Academia de Inventores, un lugar donde «se enseñan todas aquellas habilidades propias de un inventor«. Luis Antonio Martín, CEO, subraya que ya son más de 150 niños y niñas los que disfrutan de este espacio: «queremos que puedan capacitarse a la vez que se divierten». «Ofrecemos un lugar donde pueden experimentar, tienen taller de lijado, de corte, madera, laboratorios…». De esta manera, los más pequeños crecen muy de cerca con la tecnología y aprenden todas aquellas materias propias de un científico. 

Por último, Begoña Pérez, veterinaria de formación y fundadora de NanaFood, nos llevó hasta el pueblo y el campo para poner en valor la ganadería ecológica. «Hace 4 años nació este proyecto. Comenzamos ofreciendo dos productos, pollo y ternera, y pronto nos dimos cuenta que era posible también hacer otros productos cárnicos ecológicos«, recuerda Pérez. «Nuestro objetivo es volver al origen, a lo que se hacía antes en el pueblo«. Cuentan con tienda física y su próximo reto es la apertura de un food truck propio, «para demostrar que el fast food saludable es posible». 

 

 

 

 

 

 

 

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