Toño Ruiz (Emoziona): «El gran emprendedor se lanza de cabeza a emprender y luego se forma»
- Toño Ruiz dio el difícil paso de dejar una empresa en plena expansión para repensar su carrera. Ahora encabeza Emoziona, una firma que traslada su experiencia a los emprendedores.
Tras crear siete empresas y tener a su cargo a 140 trabajadores, en 2010 Toño Ruiz dio un volantazo a su carrera y fundó Emoziona, una firma de “emprendimiento, formación y acompañamiento estratégico”, según se define. Vivaracho y directo, con la sonrisa siempre a punto de asomar, el consultor se sentó a la mesa abierta de Redacción Club para hablar de su trayectoria y de los proyectos de emprendimiento que desarrolla para Ibercaja.
“Llegué al mundo empresarial de rebote, porque vengo de familia de funcionarios”, confiesa Toño Ruiz. Tras estudiar un máster en Madrid, “pensaba que me iba a comer el mundo… Hasta que mi primera entrevista de trabajo fue con un señor con boina en el polígono Malpica”, dice divertido. Tras aquel choque, luego conocería en AM Advanced Microsystems a Sergio López y a Nacho Vilalta, con los que acabaría montando IriTec a finales de 2003 (hoy Hiberus Tecnología).
“Empezó casi como un juego entre tres amigos y en tres semanas ya habíamos duplicado la plantilla”, rememora hoy con el asombro que da la distancia. Frente al error que comenten muchas empresas de este tipo en sus inicios, ellos se pasaron “mañana, tarde y noche pateando las calles” en busca de clientes. “Nos dimos cuenta de que teníamos que marcar la diferencia en innovación, y por eso el modelo de negocio fue una software factory, ser una marca blanca para terceros. No nos contrataba ni el tato, pero nos conocimos el sector y la competencia. Nos reorientamos para presentarnos como partners para agencias de comunicación, empezamos a trabajar fuera… Y allí sí entendieron el modelo de factoría”.
En 2006 les entró su primer gran cliente: “Pasamos de 34 a 75 trabajadores; aún recuerdo el anuncio en Heraldo de Aragón solicitando 40 desarrolladores; luego nos embarcamos en construirnos nuestro propio edificio… Aquello fue una locura”, recuerda. “Al final, nos iba bien, pero yo no era feliz. Decidí salir y nos dimos seis meses para arreglarlo. Dejé la empresa a finales de 2009, con sensación de libertad”, explica Toño Ruiz.
Y aunque se había propuesto tomarse una larga temporada sabática en tierras sorianas… “En marzo de 2011 empecé a impartir talleres para mujeres emprendedoras en Alcañiz, Valderrobles, Andorra… La gente salía muy contenta, y eso me decidió a montar Emoziona, como un proyecto personal para trasladar esa vivencia”. En septiembre de ese mismo año recibió la llamada de Ibercaja para poner en marcha la Iniciativa Emplea, y el proyecto “cogió dimensión”, en palabras de Ruiz.
Se puso así en marcha un modelo de apoyo a emprendedores “muy vivencial, con pocos participantes en las formaciones y muy monitorizado”. A eso se añadió el factor diferencial que podía aportar una iniciativa impulsada por una entidad financiera: “Se daba financiación a los proyectos”, destaca.
Conocidas empresas han contado con la ayuda de Iniciativa Emplea y de Emplea-t y Emprende: Bodas de Cuento, BitBrain, TAC Consultoría Tecnológica… También hay proyectos más pequeños, “que generan tejido”, recuerda Toño Ruiz, y pone como ejemplo la tienda de ropa Pippa & Cochomata.
Otro de los vínculos de Emoziona con la entidad aragonesa pasa por el Programa Ibercaja Transnnova, con el que propone incorporar a las empresas participantes las herramientas y metodologías más recientes para rediseñar e innovar en sus modelos de negocio. Ruiz lo define como “un programa para emprender desde dentro; el objetivo es que las gente se genere espacios para pensar dentro de la propia empresa”.
Llegados a este punto de la conversación, surge la pregunta: ¿Qué es lo que buscan los emprendedores en programas de este tipo? “La gente quiere que les digas que les va a ir bien, vienen con la idea de minimizar el riesgo. Pero la realidad es que el gran emprendedor no se forma, se lanza de cabeza a emprender y luego se forma. Al final se trata de complementar la vivencia con conocimiento, algo que puede aportar gente que ya está trabajando”, responde. Y sobre Zaragoza como plaza para lanzarse al mundo empresarial, Ruiz apunta que “es más difícil que en otras ciudades, no sé las razones, pero lo compruebo en el día a día”.
Desde la privilegiada posición de La Terminal, el centro de emprendedores ‘siamés’ de Etopía, Toño Ruiz es optimista: “Se ha producido un cambio: ya no llegan emprendedores por necesidad, ahora son menos pero mejores”.
LA OPINIÓN DEL EXPERTO: NACHO PELÁEZ
Toño Ruiz es un gran ejemplo de lo que es tener las prioridades claras y una referencia en emprendimiento.
No es fácil dar el paso para dejar una empresa (IriTec) de éxito y en crecimiento continuo (20% el año que salió), objetivo de muchas de las empresas cuando empiezan, pero Toño lo hizo porque en ese momento no era feliz con lo que hacía. Y eso demuestra mucho valor y tener las prioridades muy claras.
Tras esa liberación se marco un año sabático en el que unos talleres en la provincia de Teruel le llevaron a un proyecto muy personal, Emoziona, para poder compartir con los emprendedores toda la experiencia acumulada y con valores como la humildad, compartir, aprender, ser uno mismo, valorar el tiempo, sonreír, etc. y sobre todo… ¡¡emozionarse!!
Y en ese camino sigue, coordinando y poniendo en marcha programas enfocados sobre todo en el emprendimiento, pero también en innovación y estrategia.
He tenido la suerte de conocerle en el programa Transnnova de Ibercaja y más a fondo en la mesa abierta de Redacción y, efectivamente, bajo una apariencia tranquila y feliz transmite todos esos valores importantes y necesarios para seguir sus sueños y mantener la pasión en la labor que desarrolla ayudando a emprendedores y empresas.