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Nita Macía: «Los jóvenes tienen otras necesidades, no quieren trabajar como nosotros lo hicimos»

Zaragoza Marca

entrevista a nita macía

"En Aragón tenemos tendencia a promover antes de planificar. Vamos a ferias sin saber si estamos preparados para recibir visitantes."

Nita Macía, directora del Congreso Internacional de Responsabilidad Social Corporativa y consultora especializada en Estrategia y Responsabilidad, defiende una visión clara y pragmática de la RSC: no como accesorio reputacional, sino como elemento estructural de la estrategia empresarial.

En este Zaragoza Marca del Club Cámara Zaragoza, conocemos más sobre Nita Macía y su visión de la Sostenibilidad, el turismo en Aragón y el cambio de paradigma generacional.

La Responsabilidad y su sentido más transversal

Nita Macía: Voy a hacer una definición fácil porque hay demasiada terminología y nos está resultando hasta antipática. Para mí, la responsabilidad, me da igual si es social o no, es empatía. Es la capacidad de entender o querer entender lo que le está pasando al otro. Si hablamos de Responsabilidad Social Corporativa, lo llevamos a términos sociales, pero para mí es así de básico.

N.M.: Cuando nació Estrategia y Responsabilidad hace unos 15 años, la responsabilidad social era sobre todo reputacional, porque había pocas aplicaciones normativas. Yo venía del mundo de la cooperación y sabía que ser responsable o no podía generar reputación o riesgo. Entendí que la gestión de este activo era importante en los negocios. Algunos compañeros me decían que “estrategia” sonaba a marketing, pero para mí debía ser estratégico. Desde entonces todo ha evolucionado: hoy los cumplimientos normativos marcan la senda.

Estamos hablando de empresa y sostenibilidad rentable, es decir, soportable. Igual que definí la responsabilidad, defino sostenibilidad: lo que sostiene. Los franceses lo llaman duable. No puedes ser sostenible per se: puedes ser responsable y, en función de eso, ser sostenible. Es necesario combinar ambos elementos.

N.M.: Siempre hablamos de sostenibilidad y responsabilidad desde la gestión, pero es necesaria la gobernanza. Por encima de la normativa está la ética de quien maneja los negocios. Necesitamos incorporar gobernanza y ética, liderazgo para implantarlo y activismo como fuerza social que marca límites y direcciones. Cada dos años conviene recordarlo.

Sello RSA y la Sostenibilidad en Aragón: del turismo a los jóvenes

N.M.: El sello fue un proyecto que nos encargaron a Estrategia y Responsabilidad y que lideramos varios años. Ha sido un buen ejemplo: una propuesta del Gobierno de Aragón, liderada por el IAF con Ramón Tejedor, que permitió que muchas entidades se adhirieran a una iniciativa que impulsa responsabilidad y sostenibilidad.

En 2015 bastaba con conocer los elementos clave. Ahora necesitamos hablar de impacto. Da igual si somos 1.500 o 3 millones: no tenemos datos de impacto. Hemos presentado una propuesta pública para revisar el sello. No basta con levantar la bandera; necesitamos medir qué interesa, qué se hace y cómo se hace. Hay que medir impacto.

N.M.: El primer riesgo son las personas. Tenemos un problema serio de retención de talento y falta de población cualificada para gestionar recursos vinculados a esas inversiones. Si añadimos la vivienda, la ecuación se complica. Necesitamos un territorio que apueste no solo por atraer inversión, sino por sostenerla con capital humano y condiciones sociales adecuadas.

Además, es necesario incorporar a las comunidades locales desde el minuto cero. No puedes usar sus recursos sin consultarlas. Si no hay equilibrio, aparecen brechas que afectan a la convivencia.

N.M.: Lo rural siempre ha sido muy consciente de su territorio. Las pequeñas empresas son muy responsables. No es difícil hablar con ellas. Si no se gestiona bien su participación, puede haber conflictos de convivencia.

N.M.: Los jóvenes exigen transparencia. Las empresas que trabajen bien este aspecto pueden acercarse a ellos. Además, tienen otras necesidades: no quieren trabajar como nosotros lo hicimos. Valoran la conciliación y lo personal.

N.M.: Bien, porque tenemos normativa que obliga a ser cuidadosos con lo que se dice y se hace. Aunque aplica a grandes empresas, las pequeñas también lo incorporan. Vivimos en un mundo transparente y es difícil fingir. Es solo cuestión de tiempo que se evidencie. Entre normativa y transparencia, hay una tendencia clara.

N.M.: Movernos forma parte de la vida. El turismo aporta felicidad. Para las grandes empresas es más sencillo ser sostenibles, pero el turismo debe sostenerse cumpliendo necesidades sociales, ambientales y económicas. No puede hablarse de turismo sostenible si el territorio no lo es.

En Aragón tenemos tendencia a promover antes de planificar. Vamos a ferias sin saber si estamos preparados para recibir visitantes. Debemos decidir quién queremos que venga y cuántos.

N.M.: El cambio hacia la normativa es la gran palanca. Antes todo era lento, ahora todo va muy rápido. A veces demasiado. Pero es cuestión de supervivencia: si no nos sostenemos, desaparecemos. Las empresas han incorporado este modelo de gestión. Si sabemos medir y contar el impacto, será exponencial.

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