Luis Martín Nuez (AJE Zaragoza): «Nadie nos enseña a controlar nuestras emociones en el mundo empresarial”
- “Soy una persona que crece cuando está en la multitarea, pero entiendo que no soy el mejor ejemplo”
Presidente de AJE Zaragoza desde este 2024 y CEO y cofundador de Academia de Inventores, Luis Martín Nuez es uno de los perfiles más interesantes e innovadores, también desde el punto de vista de la creación, de la capital aragonesa.
Conocemos más sobre su trayectoria profesional y personal en este ‘Vermú de Redacción’ tan gastronómico como curioso.
Luis Martín Nuez, un inventor desde la infancia
Ingeniero Industrial y Electrónico por la Universidad de Zaragoza, la vida de Luis Martín Nuez siempre ha estado muy ligada a la creación y a ese curioso concepto como es el de «inventor».
Definido como «persona que idea, crea, concibe, construye o desarrolla algo que no existía antes», el actual presidente de AJE Zaragoza experimentó lo que era ser un inventor con tan sólo 9 años. Su inquietud le hizo intentar mejorar uno de los míticos juguetes Megazord que pasaba por sus manos durante su infancia. No salió bien.
No obstante, de aquel sentimiento y necesidad de un espacio para impulsar la innovación nació Academia de Inventores años más tarde.
Pero si algo ha marcado la carrera profesional de Luis Martín Nuez, además de su pasión por la tecnología y la innovación, ha sido su amor por la gastronomía y el emprendimiento. Dos elementos que, en ocasiones interconectados, han ido definiendo su manera de desarrollarse laboralmente.
Difícil de clasificar, siempre se ha movido entre el mundo del emprendimiento gastronómico y las creaciones tecnológicas que facilitan la vida de los demás. En el primer ámbito, ha formado y forma parte de proyectos como The Moonkey’s, Kanalla Gastro Taberna, Birabola Restaurante o Sr. Cachopo, uno de los establecimientos más frecuentados de la ciudad.
Además, en su vertiente más inventora ha sido y es parte de proyectos como Makeroni Labs, que le ha llevado a aparecer en repetidas ocasiones en el programa El Hormiguero y a ser premiado por la NASA, o la ya mencionada Academia de Inventores, empresa de la cual adquirió un 49% de la participación el reputado Grupo Edelvives.
Así, con Academia de Inventores llegaron a conseguir 80 inscritos en tan solo 3 meses en el proyecto piloto realizado en Aragonía. De la mano de Edelvives, actualmente Academia de Inventores tiene presencia también en Madrid, da empleo a 16 profesionales y está en previsión de alcanzar un millón de euros de facturación este 2024.
El cambio de mentalidad y el control de las emociones en el mundo empresarial
La creatividad y el carácter emprendedor de Luis Martín Nuez han ido durante muchos años de la mano de un ansia por el perfeccionismo y una mentalidad tan ambiciosa como, por momentos, perjudicial para Luis y los que lo rodeaban. Por ello, afirma, «nadie nos enseña a controlar nuestras emociones en el mundo empresarial”.
La pandemia supuso para él un antes y un después. Justo en aquel momento, además, se encontraba en pleno proceso de apertura de The Moonkey’s, y meses más tarde, cuando por fin iban a inaugurar el local, llegó Filomena.
Los meses del estado de alarma y la necesidad de permanecer en casa significaron un cambio de chip total en la forma de ser y actuar de Luis. La «frialdad» tan característica suya, como reconoce, fue desapareciendo y comenzó a interesarse por la introspección y la importancia del apartado mental y el cuidado del mismo. Al mismo tiempo abrazó el deporte como un gran apoyo para cuerpo y mente en su día a día.
Otra de las figuras importantes en este proceso de cambio ha sido la búsqueda de un «mentor». Tras poner un anuncio por Reyes Magos en LinkedIn y conversar con varios de los candidatos, dio con el perfecto: Luis Tolosa. Esa combinación intergeneracional entre un perfil senior y uno más junior considera que debería ser fundamental en toda persona. Además, afirma, «es muy valioso, un aprendizaje total, poder conversar y compartir experiencias con él que van de lo profesional a lo personal, al final, todo está conectado».