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La empresa Golive se alía con Planasa para digitalizar el campo

  • La compañía aragonesa almacena los datos de producción en tiempo real
  • El objetivo es llegar a las 1.500 hectáreas de las que dispone la multinacional Planasa

La firma agroalimentaria Planasa, dedicada a la investigación varietal, venta de plantas, y producción de productos frescos, especialmente en el sector berries, está inmersa en pleno proceso de digitalización del campo, y en él tiene mucho que ver la compañía tecnológica aragonesa Golive, que se ha encargado del proceso por el que todos los datos relacionados con el proceso productivo son almacenados para la toma de decisiones en tiempo real.

Gracias a este proceso, el grupo puede conocer online todo sobre la mano de obra; las altas y las bajas de trabajadores; la producción, tanto en campo como en invernadero y almacén; la producción de cada vivero o el consumo de materias primas y de maquinaria. Todo ello, les permite «poder tomar las decisiones adecuadas en tiempo real, con un análisis muy exhaustivo», según explica el director global de tecnología de la información (TI) de Planasa, Jorge Martín.

Antes de todo este proceso de digitalización, la empresa tardaba varios días en conocer la información relacionada con la producción, mientras que ahora todos los datos se pueden consultar de manera inmediata. Todo ello gracias a la unión con la compañía aragonesa Golive que se remonta al año 2013. «Con el paso de los años, hemos ido instalando el sistema de planificación de recursos empresariales (Enterprise Resource Planning, ERP) en los países en los que está Planasa. Y una vez que teníamos todo implantado en Europa, decidimos digitalizar el campo, tener el dato online en el momento en el que se produce y tener la fuente donde se está produciendo», explica el responsable del proyecto de Planasa en Golive, Fernando Nieto.

1.500 hectáreas como reto

El proyecto ha supuesto un auténtico reto para la compañía aragonesa, ya que la multinacional agroalimentaria tiene presencia en todo el mundo, dispone de más de 1.500 hectáreas de viveros en los cinco continentes y tiene cuatro centros de I+D+i con el fin de dar respuesta a las demandas de productores y consumidores finales en diferentes mercados. «Ha sido todo un reto por la magnitud de la compañía, de la que se almacenan todos los datos en un repositorio único y se distribuyen en las distintas áreas de la empresa para poder analizarlos mejor», añade Nieto.

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