David Asensio
Hierros Alfonso
Vermú de Redacción: Un aperitivo con un empresario de referencia
Florentino Marín, recién retirado de su puesto como Jefe Superior de Policía en Aragón, cuenta más acerca de su trayectoria profesional y las nuevas dinámicas en torno a la seguridad en Zaragoza.
Florentino Marín se ha despedido de la Policía Nacional en Aragón, donde ha desarrollado el cargo de Jefe Superior desde 2023. Natural de Jaén, ha tenido una exitosa trayectoria de 45 años en el Cuerpo Nacional de Policía, donde ha servido en diferentes puntos de la geografía española.
Con una carrera construida desde las bases y con un liderazgo humilde y eficaz, Florentino Marín se ha convertido en una figura respetada no solo en su institución, sino también en la sociedad y el ámbito empresarial.
Conocemos más sobre él y su trayectoria profesional en este Vermú del Club Cámara Zaragoza.
La historia de Florentino Marín es, ante todo, una historia de trabajo constante y superación. Y es que su vocación policial no fue clara desde el inicio. «Mi primera gran pasión fue correr. Intenté entrar en el INEF, pero la prueba de habilidad me resultó imposible. Fue entonces cuando decidí estudiar Geografía e Historia, pero fue en la academia donde realmente encontré mi verdadera vocación», recuerda.
A lo largo de los años, su pasión por servir y proteger a la comunidad no ha hecho más que fortalecerse, llevando su carrera por diversos puntos de la geografía española, donde ha podido demostrar su capacidad de adaptación y liderazgo.
Uno de sus primeros aprendizajes cuando entró al Cuerpo fue que “la policía funciona por equipos”. Y en Aragón, comenta, “Tenemos equipos impresionantes, y mi labor es muchas veces estar ahí para reconocer el trabajo de todos”. Es por ello que Marín no duda en poner en el centro de su éxito la profesionalidad y el compromiso de los agentes que le acompañan.
En sus casi cuatro décadas de servicio, ha ocupado cargos claves, desde la Comisaría Local de Leganés hasta ser Comisario Provincial en Huelva y Albacete. Y aunque su carrera ha estado marcada por el ascenso a la máxima categoría, Comisario Principal, el Jefe Superior considera que su verdadero logro ha sido contribuir a la construcción de equipos cohesionados y eficaces. «La fortaleza del equipo es la suma de cada miembro individual», afirma, subrayando su visión colaborativa y de apoyo mutuo.
Además, en un entorno tan diverso y cambiante como la Policía Nacional, apunta la importancia de la formación continua y la adaptabilidad, no solo en el área de especialización de cada agente, sino en todos los aspectos de la seguridad. «La gente entra al Cuerpo Nacional, no a un área concreta», señala.
Zaragoza ha sido un punto de inflexión en la carrera de Florentino Marín. Así lo afirma. «Zaragoza ha sido un lugar especial. La ciudad, su gente, las personas que componen la Policía… Ha sido un cariño superior a cualquier otro lugar en el que he estado», expresa con agradecimiento. Una conexión con los zaragozanos que se refleja también el trato cercano que siempre ha procurado tener con los ciudadanos, resaltando la importancia del compromiso con la sociedad. «La Policía está ahí cuando el ciudadano lo necesita. Nos hemos ganado la valoración social y eso es algo que agradezco profundamente», comenta.
En Aragón y fuera de él, Marín ha cultivado buenas relaciones con diversas administraciones, tanto a nivel local como autonómico, lo que ha permitido una cooperación fluida y eficiente en temas de seguridad. «He sentido el cariño de todas las instituciones, y la relación con el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón ha sido excelente», señala, destacando la importancia de la colaboración mutua entre las administraciones públicas y la Policía.
La confianza generada ha tenido un impacto positivo en la percepción de la seguridad en la ciudad. «En Zaragoza, la sensación de seguridad es tanto objetiva como subjetiva”. Y aunque es cierta una evolución clara en los tipos de crímenes, como la creciente amenaza de la cibercriminalidad, comenta con firmeza que “nuestra respuesta ha sido rápida y eficaz».
Y al ser preguntado sobre si se puede desconectar de un puesto de tan alta responsabilidad, Marín responde sin titubear: «Yo no desconecto nunca. No tengo esa necesidad y disfruto de mi trabajo. Nunca he dormido con el teléfono apagado”.
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