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«Passivhaus puede ser un factor de impulso para el sector de la construcción»

  • El salón de plenos de Cámara Zaragoza se llenó para escuchar a dos especialistas en este estándar de construcción que busca aunar confort y bajo consumo energético.
Adelina Uriarte, Luis Bartolomé y Pablo Carranza

Adelina Uriarte, Luis Bartolomé y Pablo Carranza

Bajo el título ‘Sostenibilidad en el sector de la construcción: el reto energético bajo el estándar Passivhaus‘, Cámara Zaragoza reunió este miércoles 7 de febrero a varios expertos en esta modalidad constructiva que destaca por su eficiencia energética y confort habitacional. Con el patrocinio de Gesvalt, la sesión contó con las intervenciones principales de Adelina Uriarte, presidenta de la Plataforma Edificación Passivhaus (PEP), y Pablo Carranza, director de Sostenibilidad y Eficiencia Energética de Grupo Lobe, constructora del primer edificio certificado mediante estándar Passivhaus en Aragón.

La jornada contó con la apertura de Leopoldo Torralba, presidente de la Comisión de Urbanismo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Zaragoza, que destacó la importancia de abordar «un aspecto básicamente técnico desde un punto de vista empresarial». Por su parte, Luis Bartolomé, delegado de Aragón y Navarra de Gesvalt, que ejerció como moderador del encuentro, remarcó que «Passivhaus no es una marca comercial, es un concepto de construcción eficiente, pensado para ofrecer altos niveles de confort con un consumo energético bajo». «Es un modelo que ha venido para quedarse, así lo marcan las directivas europeas, y Aragón está siendo pionero, como pone de manifiesto el grupo Residencial Scenia II desarrollado por el Grupo Lobe», apuntó.

Ya entrados en materia, Adelina Uriarte explicó que «Passivhaus no es un sello verde ni rivaliza con ellos; al contrario, se complementan. No tiene limitaciones en cuanto a la tipología de las construcciones o los materiales usados, es un estándar basado en el cumplimiento de determinadas prestaciones«. Así, la presidenta de PEP enumeró los cinco principios constructivos que se han de cumplir en el Passivhaus: alto grado de aislamiento, ausencia de puentes térmicos, ventanas de altas prestaciones, hermeticidad y ventilación mecánica con recuperador de calor.

En su invervención, Uriarte quiso desmentir algunos de los tópicos que llevan a rechazar el modelo de «casa pasiva». Frente a la idea de que está indicado solo para climas fríos, argumentó que «busca el máximo confort, algo que se puede aplicar a cualquier lugar del mundo, desde Dubai a Nueva York». Sobre el uso de triple vidrio en las ventanas, que algunos ven desproporcionado, apuntó que «no siempre es necesario, y en cualquier caso este tipo de carpintería ya no es tan cara como hace unos años»; esto último también se aplica a la ventilación mecánica, cada vez más extendida. Quienes consideran que los edificios actuales ya son lo suficientemente herméticos deben saber que «siempre se puede mejorar», de ahí que el Passivhaus «realice ensayos para comprobar la hermeticidad tanto en el proceso de obra como una vez finalizado el edificio». La reticencia más habitual es «que es caro», ante lo que Uriarte esgrimió que «aplicar Passivhaus garantiza un edificio sin patologías, lo que supone que sale más barato, porque no exige mantenimiento constante y evita reclamaciones posteriores, incluidos juicios».

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Uriarte aportó un dato definitivo acerca de las ventajas que supone el Passivhaus: «Con las construcciones realizadas hasta el momento en España bajo este estándar se han ahorrado 4.500.000 kWh, que suponen el equivalente en CO2 absorbido por 125.900 árboles, que suman 8,5 veces los que tiene el parque de El Retiro». «Espero que este dato sirva como revulsivo», concluyó.

De la teoría a la práctica, Pablo Carranza, de Grupo Lobe, explicó el caso de Residencial Scenia II de Montecanal, el primer edificio Passivhaus de Aragón. El director de Sostenibilidad y Eficiencia Energética de la constructora repasó todas las medidas tomadas para implementar en estándar, desde el aislamiento al uso de carpintería de altas prestaciones, pasando por las soluciones dadas para romper todos los puentes térmicos, incluso los que podrían haberse producido por los anclajes de la fachada. Carranza explicó que este proyecto se enmarcaba en un plan estratégico 2017-2021 de la compañía, con el que va a buscar la implantación del consumo casi 0 en todos sus edificios.

Juan Carlos Bandrés, presidente de la Federación de Empresas de la Construcción de Zaragoza (FECZA), cerró la sesión señalando que el sector se encuentra en un momento de encrucijada que exige dar «un salto importante»; en este contexto «Passivhaus puede ser un factor de impulso».

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Redaccion