Lectores de test rápidos y pruebas de anticuerpos para vacunados, en el futuro del diagnóstico covid desde Zaragoza
- La empresa Operon ha desarrollado durante la pandemia kits específicos de antígenos y PCR además de un aparato portátil para analizar resultados en cualquier lugar, como un espectáculo.
- El año pasado la exportación supuso el 73% de sus ventas y el anterior se situaba en el 89%.
- Una persona que asista a un evento puede hacerse el test rápido allí mismo y conocer el resultado después de ser analizado in situ
La empresa Operon ha desarrollado durante la pandemia kits específicos de antígenos y PCR además de un aparato portátil para analizar resultados en cualquier lugar, como un espectáculo.
Hace un año, cuando el coronavirus obligó a declarar el estado de alarma en todo el país, Tomás Toribio habló con su equipo del laboratorio zaragozano Operon para empezar a desarrollar test rápidos para diagnosticar la enfermedad. «Paramos todo lo que estábamos haciendo y nos dedicamos a trabajar en covid», recuerda el directivo, segunda generación de la compañía fundada en 1973, que está especializada precisamente en productos de diagnóstico.
Hasta entonces, en su catálogo había más de medio centenar de referencias, entre ellas, para detectar infecciones respiratorias como la gripe; intestinales como el E.coli; intolerancias como la celiaquía y test de embarazo y hepatitis B. Ahora el listado se ha completado con un test rápido de antígenos de SARS-Cov-2 (covid-19) que detecta varias variantes del virus y pruebas PCR. Entre sus proyectos figura la comercialización de test de anticuerpos, que ya han fabricado para un tercero en 2020, y un lector de test rápidos.
Empresa familiar con lazos en Alemania
La empresa fue fundada por su padre Fernando P. Toribio. En ella trabaja también su hermano Daniel. Su padre, nacido en la Sierra de Albarracín (Teruel) estudió Química en Madrid y consiguió una beca en Alemania para hacer un doctorado. Allí conoció a su madre, Ute Renner, alemana, que era auxiliar de laboratorio. Después de trasladarse a Estados Unidos a hacer un postdoctorado en Los Ángeles, cuando él tenía un año, la familia decidió volver a Zaragoza. «Primero vino mi padre», recuerda el actual director gerente. Eran finales de los años sesenta y no había muchos laboratorios en los que buscar trabajo. Tras trabajar en uno de ellos, durante tres años, se decidió a fundar su propia empresa.
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