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Entrevista a Jordi Romero (Schmitz Cargobull) en Heraldo de Aragón

  • El director de la planta en Figueruelas de Schmitz Cargobull, fabricante de semirremolques, asegura que la crisis de confianza está lastrando la velocidad de salida de la crisis

 

Pese al coronavirus, ¿Schmitz Cargobull Ibérica podrá mantener las ventas del año anterior?
No. En el mes febrero ya teníamos un descenso del 25% en nuestra actividad productiva y el estado de alarma en marzo nos arrastró hasta un retroceso del 35%. Desde 2015 hemos tenido 4 años consecutivos de crecimiento con cifras récord desde 2002 en que se instaló Schmitz en España. Este año ha sido de caída generalizada en los mercados de toda Europa, y aún con crecimiento en la fabricación de vehículos frigoríficos, no hemos podido compensar ese retroceso.

¿Cuánto va a caer la cifra de negocio de la fábrica zaragozana?
En este momento la prognosis es muy parecida al cierre del año pasado, suponiendo que la actividad se vaya reactivando como en las últimas semanas y no tengamos otro parón como sucedió en abril. Creo que cifras del orden de un 10% inferior a las de 2019 son alcanzables, pero hoy cualquier previsión es muy aventurada.

¿Es similar la caída a la de otras plantas del grupo?
Las plantas que trabajamos principalmente para centro y sudoeste de Europa estamos en unas cifras similares. La zona del este es la que está reactivándose más rápidamente. Es un mercado muy fuerte en vehículos frigoríficos y estos no sufren tanto la incertidumbre que tenemos en la automoción.

¿Se retrasa la ampliación de instalaciones que tenían prevista?
Ahora es difícil hacer previsiones. La presión que teníamos hasta ahora por aumentar capacidad
productiva ha desaparecido. Tendríamos que volver a los datos de mercado de hace un año.

¿Cómo han gestionado la pandemia? No se ha parado, ¿no?
Desde principio de año, nos llegaban señales del riesgo de interrumpir nuestra cadena de suministro por el impacto que estaba teniendo el virus en algunas regiones. Esta situación nos llevó a incrementar nuestros niveles de stock en proveedores y centros de consolidación, que sumado a la bajada de demanda, nos ha permitido trabajar durante las peores semanas de la pandemia, dando servicio a todos nuestros clientes. En estos meses ha sido muy importante la comunicación con clientes, proveedores y trabajadores.

¿Tienen la fábrica adaptada?
Durante las semanas de menos actividad económica se instauró el teletrabajo en todas las áreas que se pudo. Incluso llegamos a suprimir turnos para evitar la concentración de trabajadores en las instalaciones. Actualmente seguimos las medidas marcadas por Sanidad, que hasta el momento han demostrado su efectividad. Quizás la cara más positiva de esta difícil crisis que estamos viviendo es como hemos evolucionado con las nuevas tecnologías. La distancia geográfica que tenemos entre nuestros equipos la hemos visto reducida gracias a la velocidad de las conexiones que tenemos ahora y lo rápido que todos los equipos se han habituado al uso de estos sistemas. Herramientas que hace tiempo teníamos en Schmitz pero a las que ahora hemos sacado el máximo partido.

¿Qué tal está funcionando la nueva línea de producción de carrocerías frigoríficas?
Seguimos creciendo en unidades y tipos de producto. Este año ya hemos alcanzado casi las 700 unidades. Para el año en curso hemos mejorado sustancialmente nuestros tiempos de respuesta y  acortado a la mitad la duración de nuestro proceso logístico. De esta manera, durante la estación de
más demanda, esperamos poder mejorar nuestro servicio y presencia en España.

¿Se nota ya cierta reactivación?
Hemos tenido una caída similar a la del mercado, actualmente hay una atmósfera más positiva y ganas de volver a la normalidad, pero muchos factores influirán en la recuperación. Se está hablando de
ayudas para diferentes sectores económicos, pero hasta el momento no parece que esto pueda
beneficiar al nuestro. La ayudas siempre se orientan a vehículos a motor por el impacto en la reducción de emisiones, y a pesar de que nuestros vehículos introducen infinidad de nuevas tecnologías para reducir emisiones, históricamente no hemos estado incluidos en estas ayudas.

¿No se necesitaría, junto a las ayudas económicas, menos incertidumbre?
Tenemos la flota de vehículos más vieja de Europa y ayudas directas al sector siempre tendrían una
buena acogida. Aunque en la crisis social y económica que estamos viviendo, nosotros, como cualquier otro sector, podríamos recuperarnos si se desvaneciesen todas las dudas y temores que hay en la sociedad. Si hubiese garantías de empleo, que nos den tranquilidad para un mañana, el consumo sería estable y así las empresas seguirían con su planes de futuro, invirtiendo, renovando flotas, y preparándonos para seguir en el punto que estábamos cuando empezó esta pandemia.

Vía Heraldo de Aragón.

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