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Manuel Badal: «CESTE está alineado con la estrategia de desarrollo regional»

    • El director académico de CESTE visitó Redacción Club para charlar sobre este veterano proyecto formativo, cada vez más volcado en su plano internacional.
Manuel Badal Ceste

Manuel Badal, director académico de CESTE. Fotos: Arturo Gascón.

Para Manuel Badal, “entrar en CESTE fue cumplir un sueño, porque me permitió hacer confluir mi tarea profesional con mi vocación de promover la formación y apoyar a la gente joven”. El director académico de la Escuela Internacional de Negocios fundada en 1987 por la familia Marín con el respaldo de su experiencia en el Colegio Sagrada Familia, pasó por la mesa abierta de Redacción Club para hacer balance de la trayectoria de este centro, que nació con vocación regional y desde hace unos años tiene la mirada puesta también en el exterior. Las mesas abiertas de Redacción Club cuentan con el patrocinio de Kalibo Seguros, correduría especializada en seguros para empresas.

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Antes de incorporarse a CESTE, Manuel Badal contaba con una trayectoria ligada al ámbito social, con participación en Cáritas, Proyecto Hombre, la Fundación CAI, asociaciones vecinales… Y también como educador en su tiempo libre. “Así se fueron formando los mimbres de mi vocación… Y a través de Cáritas conocí a Miguel Marín, que me habló del proyecto del Colegio Sagrada Familia de poner en marcha una formación pegada a la empresa para apoyar el relevo generacional en las empresas familiares”. Corría 1986 y, como explica Badal, “entonces en la facultad se hablaba mucho de economía y poco de empresa, marketing, recursos humanos… Había un hueco que cubrir”. Otras “intuiciones” pioneras entonces fueron la apuesta por los idiomas y la tecnología.

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Badal entró como director académico de CESTE en 1992, procedente de la CAI: “Me encontré con una situación compleja, pero desde el principio tuve claro que la clave del proyecto era el acompañamiento del alumno: se trata de transformar vidas, que CESTE sea una experiencia significativa que les ayude en su futuro profesional. Había que crear un entorno universitario”.

Pronto surgieron ofertas similares en Aragón – “la competencia es sana, te hace espabilar”– pero con el cambio de siglo las cosas se pusieron difíciles. “Propuestas similares cayeron cuando descendió la pirámide de población y llegó la crisis. Nosotros también atravesamos momentos difíciles, pero teníamos el apoyo interno del Colegio Sagrada Familia”, reconoce Badal. Además, CESTE supo evolucionar cada vez más hacia el ámbito internacional. “Al principio, por los idiomas, se miraba más a Europa, pero en 2004 o 2005 pensamos que había que ir más allá y atraer a alumnos de otros países”.

Manuel Badal CESTE

Comenzaron entonces a tejer una red de agentes y representantes internacionales, un paso que coincidió con el regreso de Miguel Marín (hasta entonces, secretario general de Cáritas) a la empresa familiar como consejero delegado, lo que supuso un impulso a la acción de la escuela de negocios. Baldal explica que “en este proceso se han seguido dos líneas básicas: atraer estudiantes a Zaragoza, algo que nos ha permitido a nosotros mismos redescubrir la ciudad, y realizar acciones en el exterior a través de la colaboración con socios en distintos países”.

En estas relaciones de ida y vuelta, Panamá ha sido un país “emblemático” para CESTE, pero mantiene también lazos con Guatemala, El Salvador, República Dominicana, Bolivia y, en menor medida, Perú. Latino América es una zona muy asentada para CESTE, con vínculos que se establecen “a través de gobiernos, instituciones académicas, grupos de alumnii…”, cuenta Badal. El director académico añade que también están presentes en el sur de Rusia, a través de la realización de programas formativos conjuntos, y en algunas zonas del norte de África. Estos intercambios, para Badal, son una oportunidad para “mostrar el potencial de Zaragoza y la economía aragonesa a personas influyentes de todo el mundo”.

En este sentido, es fundamental mantener contactos con el tejido empresarial local. “Es algo que tenemos en cuenta desde el principio, y estamos trabajando en colaboraciones con algunos clústers , como Tecnara y Alia”. “Nuestra idea estar alineados con la estrategia de desarrollo regional, conocer qué hacer nuestras empresas, qué necesitan y ofrecer una formación acorde a ello”, dice Badal, para el que “la falta de gente es ahora el principal problema de Aragón”, por lo que cualquier acción que asiente profesionales en la comunidad es necesaria.

¿Qué les dice Manuel Badal a los jóvenes que pasan por CESTE? “Desde el punto de vista laboral, les digo que ahora juega a su favor que hay poca oferta de profesionales y mucha demanda de las empresas”. En este sentido, deja claro que “tenemos que aprender como sociedad: no puede continuar la política de algunas empresas que entienden que sus empleados como ‘carne humana’; ese no es el camino, así no se avanza”. Por otro lado, Badal considera que “en algunos casos falta cultura del esfuerzo”, aunque se felicita porque “ahora hay muchos jóvenes abiertos a lo global, y que la gente salga es algo bueno, aunque nunca que lo hagan por obligación, sino por elección”.

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LA FIRMA

Ramón Añaños, consultor independiente de marketing y estrategia online.

Ramón Añaños, consultor independiente de marketing y estrategia online.

La misión de Manuel Badal en CESTE es la de servir de engranje motor entre la la visión y la vocación impulsora de la familia Marín y el excelente equipo profesional y docente de la institución. Desempeña esta labor desde hace tanto tiempo -más de 25 años- que ha tenido que ir lidiando con varios imponentes retos hasta construir la institución que hoy conocemos.

En un primer momento tuvieron que dar forma -sin referencias cercanas- a la primera escuela de negocios de la región, construyendo desde cero toda la oferta formativa y los lazos que la conectaban con las necesidades de la empresa local.

En un segundo momento, con la crisis económica que se llevo por delante a tantos otros proyectos formativos de directivos que habían ido surgiendo en la región, CESTE supo ganar rigor y calidad gracias a sus vinculación con la Universidad de Gales y a mantener una intensa actividad académica gracias a su orientación internacional.

El proyecto de internacionalización de CESTE tiene mucho mérito. No es facil abrir negocios en un mercado -el ruso- con una cultura tan diferente a la nuestra y tampoco lo es hacerlo en Latino América donde, si bien compartimos el mismo idioma, se requiere una enorme dedicación de trabajo y sacrificios. Todos los éxitos de CESTE en este capítulo de la internacionalización hay que atribuirlos, en gran medida, a la dedicación de Manuel.

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Redaccion