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Lo que dure un jamón con… Ricardo Lop, de Aceros de Hispania

  • Ricardo Lop dejó por unas horas su querido Castelserás para explicar en el ‘afterwork’ de Club Cámara las claves de Aceros de Hispania, uno de los comercios electrónicos pioneros de Aragón. 
Ricardo Lop, escoltado por Ramón Añaños y Eduardo Paz. Fotos: Arturo Gascón

Ricardo Lop, escoltado por Ramón Añaños y Eduardo Paz. Fotos: Arturo Gascón

«Es un verdadero crack del ecommerce». Así definió el consultor de marketing Eduardo Paz a Ricardo Lop, protagonista del Lo que dure un jamón celebrado este 10 de julio en Cámara Zaragoza. El conocido empresario de Castelserás, desde donde a través de Aceros de Hispania vende cuchillos a todo el mundo – «menos a Corea del Norte», precisó entre risas-, protagonizó una nueva edición del ‘afterwork’ de Club Cámara en el que el corte de un jamón marca el tiempo de la charla y la posterior tertulia.

Un nutrido grupo de socios del Club Cámara pudieron disfrutar de este evento patrocinado por Banco Santander y que contó con la colaboración de Alimentos de Aragón, ÁmbarGrandes Vinos y Martín Martín. La música corrió por cuenta de los dj’s de 33 Music, mientras que ejerció como maestro jamonero Iván Morte.

«Nuestro negocio es 100% online, nunca hemos visto a uno de nuestros clientes por Castelserás, ni siquiera tenemos un cartel en el pueblo que anuncie donde estamos», se arrancó Lop. «Internet te pone a un clic de distancia de todo el mundo, y aún veo que hay competencia nuestra que pone en su web que no hacen envíos a Canarias. En vez de obsesionarse por competir con el precio, hay que tener una visión global del negocio, ser capaz de vender lo mismo en Zaragoza que en Siberia», recomendó.

Una filosofía empresarial que exige un gran esfuerzo en logística, tal como explicó Lop. «En un mismo pedido nos podemos encontrar desde un pelapatatas a la espada de Fernando el Católico, y enviar eso es complicado. Exige tener la mente dispuesta a resolver los problemas que puedan surgir. Una vez resueltos, lo que era una dificultad al principio pasa a ser tu ventaja competitiva», contó. Una fórmula que le ha permitido «vender pistolas hasta a Estados Unidos, donde casi las tienen a su disposición en las panaderías… ¡Hasta enviamos navajas de Albacete a Albacete», dijo entre risas.

 

«Cuando haces un pedido, la web te calcula automáticamente el precio del envío según las características y peso de los productos que vas añadiendo a la cesta; esto te permite hacer un traje a medida para cada compra y destino», explicó sobre otro de los aspectos de la logística. «Hay muchos envíos en los que el transporte es más caro que el precio del producto, pero hay que hacerlos porque así ganas un cliente», señaló.

Otra de las claves del éxito de Aceros de Hispania es «tener muchos productos a la venta». «En nuestro caso, tenemos en la web todos los productos con los que trabajan nuestros proveedores», señaló, y puso como ejemplo: «Ahora tenemos en stock un visor de precisión a 9.000 euros, de momento no se ha vendido, pero seguro que algún día alguien lo acabará por comprar». La conversación sacó a la luz otros aspectos de la filosofía empresarial de Lop: «El proveedor tiene que ganar dinero contigo, si no lo estás haciendo mal. Es algo con lo que soy muy radical», aseguró, rememorando los tiempos en los que su padre pagaba la harina al contado en la panadería familiar.

Ricardo Lop, además de revolucionar el comercio electrónico con su firma, ha ayudado a implantar negocios de venta electrónica en el Bajo Aragón. En este contexto, explicó cuáles eran su tácticas de marketing. «Los del aceite siempre se quejan de su poca proyección, así que en una reunión se nos ocurrió que el aceite más simbólico del mundo era el óleo del Vaticano… Allí nos plantamos y conseguimos que aceptaran el nuestro como el aceite oficial del Vaticano; así figura en su web». No es la única acción renombrada ideada por Lop: de su mente también salió el envío de jamón de Teruel como ‘sustancia dopante’ a Francia o de dos pacas de alfalfa a Isabel II de Inglaterra para que sus caballos de carreras contaran con el mejor forraje. «Es un marketing de guerrilla con dos únicos criterios: pasárselo bien y que cueste pocas perras», dijo.

Y a pesar de sus éxitos, Lop no dudó en reconocer que «al principio hice las cosas rematadamente mal, mi falta de formación ha sido el principal lastre de la empresa». Sin embargo, supo sacar provecho de esta aparente desventaja: «Como no tenía ni idea de informática, eso me llevó a pensar que habría gente tan torpe como yo pero que igualmente tendría una VISA. Por eso diseñamos la web y el proceso de compra lo más sencillo posible para el comprador. ¿Que los japoneses no compran si no ven el precio en yenes? ¡Pues se lo ponemos en yenes! Hay que ponérselo fácil al que va a pagar«. Del mismo modo, «el SEO lo aprendimos de casualidad al descubrir que las detalladas descripciones que poníamos en los productos nos ayudaban a posicionarnos».

¿Qué consejos daría Ricardo Lop para alguien que quiera triunfar en el comercio electrónico? «Tener un proveedor de calidad, tratar de vender tu producto en todos los países en los que sea posible colocarlo, darle mucha importancia a la usabilidad y contar siempre con stock para atender los pedidos».

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Redaccion