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Amado Franco recibe la Medalla de Oro de Cámara Zaragoza por su «extraordinaria trayectoria» al frente de Ibercaja

  • El expresidente de Ibercaja recibió la máxima distinción de la Cámara de Zaragoza de la mano del presidente de la institución, Manuel Teruel.
Amado Franco recoge de manos de Manuel Teruel la Medalla de Oro de Cámara Zaragoza. Fotos: Arturo Gascón.

Amado Franco recoge de manos de Manuel Teruel la Medalla de Oro de Cámara Zaragoza. Fotos: Arturo Gascón.

Amado Franco recogió de manos de Manuel Teruel la Medalla de Oro de la Cámara de Zaragoza en el acto celebrado este lunes 18 de septiembre en el Palacio de Congresos de la capital aragonesa. Con este reconocimiento, la máxima distinción que entrega la institución cameral, se ha querido rendir tributo a la «extraordinaria trayectoria profesional» del expresidente de Ibercaja, en palabras de Teruel, tras más de medio siglo vinculado a la entidad financiera de referencia en Aragón. Unos 400 representantes de la vida social, política y económica de la comunidad arroparon a Amado Franco en este emotivo homenaje.

En su discurso de entrega, Manuel Teruel recordó que Ibercaja y Cámara son «vecinas seculares» que siempre han colaborado de forma conjunta «por la prosperidad de nuestro territorio». Sobre Amado Franco destacó, entre otros valores, su «generosidad», y en un símil arquitectónico calificó al expresidente de la entidad financiera como «la clave de bóveda de Ibercaja».

Tras recibir la Medalla de Oro de la Cámara de Zaragoza entre los calurosos aplausos del auditorio, Amado Franco agradeció «de todo corazón» este reconocimiento, que proviene, según afirmó, de una institución «hermana» de Ibercaja, con la que han colaborado en proyectos tan importantes como la Feria de Muestras. Quiso aprovechar la ocasión para compartir los «principales aprendizajes» de su larga carrera profesional. Así, aconsejó «visión a largo plazo, como pasaporte para la perdurabilidad», «sentido común en la toma de decisiones», «gradualidad en el crecimiento», «valores de compromiso, esfuerzo y austeridad» y «trabajo en equipo». «El llanero solitario no triunfa a largo plazo, la gestión es un esfuerzo de equipo», remarcó sobre este último punto.

En su balance al frente de la entidad, Amado Franco se mostró satisfecho por los logros conseguidos y porque, durante la crisis financiera que se ha llevado por delante a buena parte de las cajas y bancos españoles, «Ibercaja, el banco de los aragoneses, no solo se ha mantenido en pie, sino que tiene un prometedor futuro por delante». En su discurso quedó patente el compromiso con su tierra, que enfatizó con su deseo de «compartir esta medalla con toda la sociedad aragonesa».

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Redaccion